¿Cómo funciona una sesión de logopedia infantil? Todo lo que necesitas saber
- vocalesdinamicas
- Mar 22
- 4 min read
Si tu hijo o un alumno tuyo ha comenzado (o está por comenzar) sesiones de logopedia, es normal que te surjan muchas dudas. ¿Cómo es una sesión? ¿Qué se hace exactamente? ¿Es solo repetir palabras y hacer ejercicios? ¿Cuánto tiempo tardará en mejorar?
Antes de nada, quiero decirte algo importante: si tu peque necesita apoyo logopédico, estás en el camino correcto. Buscar ayuda profesional es una gran decisión y, aunque el proceso puede generar incertidumbre, quiero contarte todo de manera clara y cercana para que lo entiendas y te sientas tranquilo/a.
La logopedia infantil no es solo corregir letras mal pronunciadas. Se trata de ayudar a los niños a comunicarse mejor, a expresarse sin miedo y a sentirse seguros con su voz. Y sí, en logopedia se juega, pero con un propósito claro.
El juego: mucho más que diversión.
Si imaginas una sesión de logopedia como un aula con fichas, lápiz y papel, es momento de cambiar esa imagen. El juego es nuestra mejor herramienta para que los niños aprendan sin presiones.

¿Por qué? Porque el juego es el lenguaje natural de la infancia. Es la forma en la que los niños descubren el mundo, experimentan, prueban y aprenden. Y en logopedia, aprovechamos esta forma natural de aprendizaje para trabajar habilidades lingüísticas y comunicativas sin que el niño lo perciba como una tarea pesada.
Pero no se juega “porque sí”. Cada actividad tiene un objetivo logopédico claro.
Te pongo algunos ejemplos:
Soplar velas, burbujas o un silbato: Fortalece la musculatura orofacial y mejora el control del soplo, necesario para una buena articulación del habla.
Hacer teatrillo con marionetas: Ayuda a desarrollar la comunicación espontánea, mejorar la estructuración de frases y fomentar la interacción social.
Cantar canciones y repetir rimas: Facilita la memorización, enriquece el vocabulario y mejora la pronunciación de ciertos sonidos.
Jugar con plastilina o hacer gestos con la lengua: Refuerza la motricidad de los músculos que intervienen en el habla y la alimentación.
Juegos de preguntas y respuestas o turnos de conversación: Favorecen la escucha activa, la comprensión del lenguaje y la capacidad de espera para hablar.
Es decir, el juego no es un simple pasatiempo. Es la vía para que los niños aprendan y mejoren sus habilidades de comunicación de manera natural y efectiva.
¿Cómo es una sesión de logopedia infantil?
Cada niño es único y su proceso en logopedia también. No hay dos sesiones exactamente iguales, porque cada peque tiene sus propias necesidades y ritmo de aprendizaje.
Sin embargo, en términos generales, una sesión suele seguir esta estructura:
1️⃣ Bienvenida y conexión: Cuando el niño entra en la consulta, lo primero es crear un ambiente de confianza. Si el niño se siente a gusto, estará más receptivo al aprendizaje. Aquí dedicamos unos minutos a hablar sobre su día, alguna anécdota o simplemente compartir un momento de cercanía.

2️⃣ Juegos y actividades dirigidas: Esta es la parte central de la sesión. Se trabaja en función de los objetivos del niño, siempre con juegos y dinámicas adecuadas a su edad y nivel de desarrollo.
Si el peque tiene dificultades con ciertos sonidos, haremos actividades para fortalecer su pronunciación. Si el problema es la comprensión del lenguaje, nos enfocaremos en cuentos y diálogos. Todo está pensado para que aprenda de manera natural y divertida.
3️⃣ Refuerzo y despedida: Antes de terminar, hacemos un repaso de lo trabajado y, en muchos casos, damos algunas pautas o ejercicios sencillos para reforzar en casa. La idea no es sobrecargar a la familia, sino dar herramientas para que el aprendizaje continúe de forma natural en el día a día.
El papel fundamental de la familia y los docentes
El trabajo del logopeda es clave, pero el verdadero cambio ocurre cuando existe una continuidad fuera de la sesión.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Hablando mucho con el niño, pero sin corregir de manera brusca sus errores (es mejor reformular: si dice “tete” en vez de “pepe”, tú puedes responder con naturalidad: “Sí, es verdad, es Pepe”).
Jugando con él en casa con cuentos, canciones o soplando velas sin que parezca un "ejercicio de terapia".
Siguiendo las recomendaciones del logopeda y preguntando siempre que haya dudas.
¿Y los docentes?
Favoreciendo un entorno de aula donde el niño se sienta cómodo al hablar.
Facilitando estrategias para mejorar la comprensión del lenguaje y la expresión oral dentro del grupo.
Comunicando a la familia cualquier avance o dificultad observada en el aula.
No se trata de hacer "deberes extra" en casa o en el colegio, sino de aprovechar momentos cotidianos para reforzar lo aprendido de manera sencilla. Un pequeño esfuerzo en equipo puede marcar una gran diferencia en el desarrollo del niño.

Pequeños avances que son grandes logros
Si hay algo que debes saber, es que cada niño avanza a su propio ritmo. Algunos mejoran rápidamente y otros necesitan más tiempo, y eso está bien.
El progreso en logopedia no siempre es inmediato, pero cada pequeño avance es un motivo de celebración.
✨ Hoy ha conseguido pronunciar un sonido que antes le costaba mucho.✨ Hoy ha dicho una frase más larga sin ayuda.✨ Hoy ha intentado comunicarse con más confianza.
Puede parecer poco, pero cada paso cuenta. Y con paciencia, constancia y apoyo, los resultados llegan.
Si tienes dudas o sientes que el proceso es lento, no dudes en hablar con el logopeda. Estamos aquí para guiarte y acompañarte en este camino.
Recuerda: no hay prisas, no hay comparaciones. Cada niño sigue su propio ritmo y cada avance, por pequeño que parezca, es un gran logro. 💙
Espero que este artículo te haya ayudado a entender mejor cómo funciona una sesión de logopedia infantil y qué esperar de este proceso. Si tienes preguntas o quieres compartir tu experiencia, ¡te leo en los comentarios! 😊
Con cariño,
Lu.